lunes, 24 de febrero de 2020

Ejercicio Físico en la Tercera Edad


¿Somos conscientes de lo importante que es mantenerse activo para nuestra salud?

Todos conocemos los beneficios que tiene el ejercicio físico para nuestra salud en cualquier etapa de la vida. Sin embargo, con frecuencia estos datos quedan almacenados en la memoria y no los tenemos tan presentes como deberíamos.
Por ello, desde Cuidado Mayor queremos otorgarle al ejercicio físico la importancia que merece y nos proponemos refrescar estos consejos que todos conocemos para empezar a ponerlos en práctica en nuestro día a día.
El ejercicio físico está directamente relacionado con un menor riesgo de mortalidad.

¿Por qué realizar ejercicio físico en la tercera edad?

En primer lugar, como ya sabemos, con el envejecimiento se dan una serie de cambios a nivel físico. Si queremos vivir un envejecimiento saludable, deberemos atender a todos los cambios para que afecten lo menos posible a nuestra calidad de vida. Para ello, tenemos que tener presentes los dos pilares de la vida saludable: dieta equilibrada y ejercicio físico.
Son muchos los cambios que se producen en el cuerpo causados por la edad. En general, el sistema muscoesquelético sufre ciertas alteraciones que, en ocasiones, no supondrán un obstáculo para el desarrollo de las actividades de la vida diaria, pero combinados con otra serie de patologías, tanto físicas como cognitivas, pueden dificultar la movilidad y, por tanto, la autonomía de la persona.
  • Huesos. Disminuye la densidad ósea, por lo que los huesos son más frágiles.
  • Músculos. La sarcopenia es la pérdida de masa muscular asociada al envejecimiento y es una de las principales causas de debilidad muscular. Al reducirse la masa muscular, los movimientos pierden fuerza y resistencia.
  • Articulaciones. Se vuelven más rígidas y todos los movimientos tenderán a ser menos flexibles.
Todos estos cambios afectan a la postura corporal, que tiende a ser más encorvada, y a la marcha (patrón de caminar) que puede ser más lenta y débil.
Por otro lado, el sistema cardiovascular también se ve afectado con la edad, pues se da un incremento de las patologías y desórdenes cardiovasculares asociados al envejecimiento.

Ventajas del ejercicio físico en la tercera edad

El ejercicio físico, adaptado siempre a las condiciones de cada persona, está directamente relacionado con un menor riesgo de mortalidad, ya que son muchos los beneficios de una buena práctica deportiva:
  • Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
  • Ayuda a mantener un peso corporal adecuado.
  • Rebaja la proporción de grasa corporal.
  • Mejora el equilibrio metabólico.
  • Disminuye el riesgo de contraer diabetes tipo 2.
  • Ayuda a controlar el colesterol.
  • Refuerza el sistema inmune.
Además, a nivel psicológico y cognitivo también se dan muchas mejoras al realizar ejercicio físico:
  • Favorece la liberación de endorfinas, sustancias que favorecen el bienestar emocional.
  • Disminuye el estrés y el insomnio.
  • Reduce el riesgo de depresión y ansiedad.
  • Mejora la función cognitiva y previene el deterioro cognitivo y las demencias como el Alzheimer, entre otras.
En consecuencia, al reforzar la musculatura y favorecer el equilibrio, se reduce notablemente el riesgo de caídas y los dolores musculares. Además, al mejorar la imagen corporal, se puede observar una mayor aceptación y satisfacción con la imagen personal y, por tanto, una mejor autoestima. 



Fuente: cuidadomayor.com

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